“Recuerden esto, queridos hermanos: todos ustedes deben estar listos para escuchar; en cambio deben ser lentos para hablar y para enojarse.
Porque el hombre enojado no hace lo que es agradable ante Diosâ€Santiago‬ â€1:19-20‬.
Cuanto más intimidad tenemos con alguien, mas vemos sus fallas y consecuentemente queremos qué piense y actúe como nosotros; de lo contrario nos ofendemos!
Por eso, Dios nos enseña que debemos estar atentos, para qué ninguna semilla de ofensa, amargura y rencor cresca en e nosotros; porque eses sentimientos endurece nuestro corazón, roba nuestra paz interior e interrumpe la armonÃa entre nosotros, Dios y el prójimo.
El consejo de Jesús es: perdona a los que te ofenden, asà como Dios ha perdonado todas sus ofensas.
Si Dios nos perdona, y no guarda rencor de nosotros ... ¿por qué guardamos nosotros?
La Palabra de Dios nos advierte:
"Cuidense unos de otros para que ninguno de ustedes deje de experimentar la gracia de Dios" Hebreos 12:15.
Mensagem Postado: 05/06/2018